Me gustan porque semejan azulejos.
Los he dejado en el soporte, porque cada uno quería irse por su lado.
Me gustan porque semejan azulejos.
Los he dejado en el soporte, porque cada uno quería irse por su lado.
En esta pequeña serie de marcapáginas dedicados a escritores y escritoras, hoy le toca el turno a Schiller.
En una etapa de su azarosa vida, llega a Dresde, en donde al parecer bajo la protección del jurista Körner, moderaría su carácter exaltado y perfilaría su Don Carlos.
Yo he querido ofrecerle un pequeño homenaje con un recuerdo que me traje de un restaurante muy…especial? en donde el personal y la decoración están » vestidos » de época.
¡ Salud!
Me gusta mucho este autor.
Recuerdo la lectura de sus Cuentos Completos en una edición con una letra…para la que hoy ya necesito prismáticos.
Me viene a la cabeza » El pozo y el péndulo»…Debe de ser por lo gris que está el día.